El fútbol argentino es una cantera inagotable de cracks. Y el último en aparecer se llama Paulo Dybala, el delantero de Instituto de Cordoba que la rompe todos los fines de semana en la B Nacional. Aunque le queda poco tiempo, porque a partir de julio estará en boca de toda Europa.
La joya tiene 18 años, y no es ningún cuento de cordobeces. Sus goles, y su fútbol, convirtieron a Instituto en uno de los principales candidatos al ascenso a Primera división, y el equipo del conocido Dario Franco ya le sacó tres puntos de ventaja a River.
Varios clubes de Europa ya lo tienen apuntado, y el que ponga más billetes se lo queda. Eso sí, un grupo empresario inglés, que tendría a Gustavo Mascardi como empresario inversor, ya compró el pase en 3.5 millones de euros.
José Theaux, presidente del departamento de fútbol de Instituto, se había opuesto a la tempranera venta, y se sigue lamentando: “Evidentemente, Dybala hoy vale mucho más, y, tal vez, cuando termine el torneo valga más todavía. Es un jugador diferente, lo había notado y por algo me opuse a su venta. Pero ya está, no podemos volver atrás en el tiempo”.
El pibe se formó en la cantera del club luego de haber jugado en las infantiles de varios equipos de Laguna Larga, su lugar de nacimiento, distante a 50 kilómetros de la capital. Fue su padre quien lo llevaba cada mañana a los entrenamientos, pero el destino quiso que no lo viera debutar: Adolfo murió cuando Paulo tenía 15 años.
Si bien llegó al club, Franco lo subió al plantel de Primera, y no dudó en darle una camiseta titular. Desde las primeras fechas asombró con sus gambetas, la velocidad, la precision de sus pases y su gran capacidad para definir. Y a esta altura del torneo es la gran figura, por encima de jugadores ya consagrados y compartiendo reflectores con Lucas Ocampos (River Plate).
En el segundo partido hizo el primer gol. Tiene 16 goles, los mismos que Gonzalo Castillejos, de Central, y uno menos de Cavenaghi.
Dicen que Roma, Inter, Juventus y Real Madrid ya iniciaron contactos formales para incorporarlo. Y que incluso el Barcelona habría preguntado por el crack cordobés. Su futuro, es incierto, aunque lejos de Instituto.
"Para su edad, Paulo es un chico muy muy maduro y ubicado. Siempre se maneja con respeto. Como jugador es muy habilidoso y con mucha movilidad, y nosotros lo hacemos jugar como 9 un poco retrasado, así se puede aprovechar de centrales algo lentos", contó Franco, el técnico que le dio la oportunidad.
A la edad de escuchar cuarteto, y bailarlo en los boliches, Dybala escucha ovaciones y baila a los rivales.
